25 febrero 2010

UN DÍA DE GLORIA OVARICA!

Un grito de auxilio, una publicación atrincherada, y las chicas al rescate!
¿Todo porque? Y sí por un buen par de testículos, y cuando digo buen, me refiero a esos testículos gigantes, a esos que la tienen clara, que poseen ese don de irritar con mínimas palabras, con gestos que sacan de las entrañas unas ganas viscerales de patearlos con la fuerza del envión más intenso al que puedan llegar mis cortas, pero carnosas (que no se lea gordas) piernas.
Yo soy Raquel, rondo los venti-pico y vivo sola. Soy adicta a las relaciones largas, y desde que me acuerdo, he tenido un chongo al lado. Lo bueno es que me los busco a todos distintos (por más que en los aspectos importantes, ya sabemos, son todos iguales) lo cual, en realidad, puede leerse como una boludez de mi parte, ya que habla de mi poca coherencia chonguística.
El actual, es uno de poca experiencia, pero que me desencajó el cerebro (lease ovarios) hace unos meses, cuando lo conocí. El muy hábil me encantó con sus virtudes y originalidad y seamos sinceras me desarma en la cama, lo cual es un punto muuuy grande a su favor. Pero de repente le salió su Código Genético Masculino (CGM) que le recordó que él es el capitán del barco, el macho dominante, con lo cual me achicó los ovarios hasta dejarlos del tamaño de un pezón. O eso es lo que él pensó.
Al muy huevón le agarró un ataque de estupidez y se creyó dueño y señor de mi agenda, manipulándola a gusto y piacere, sin que mis muy boludos ovarios tomaran noción de semejante flagelo, hasta este mismísimo día en el que la rabia se apoderó de mis neuronas y mis sensores reproductivos lo mandaron a la mierda al gil. Debo estar ovulando.
Como les decía, los testículos de mi novio se han agrandado de tal forma en estos últimos días, que hoy mis ovarios comenzaron a crecer otra vez hasta alcanzar su nivel máximo de expresión, y despertaron una cascada hormonal de la que sólo se sale con buena comida, un Philip Morris y una buena charla entre mujeres.
¿Y saben qué? llevo una vida de 365 días de Síndrome Pre-menstrual, el cual no refiere a un estado de insania hormonal sino a uno de mujer total. A quién no le hicieron la pregunta ¿qué te pasa, estás indispuesta? Cuando solo estabas expresando una cabronada, y encima ni siquiera tenías ni un mínimo atisbo de menstruación. SI compañeras ovarianas, todas llevamos una vida de 365 de SPM y gritémoslo con orgullo, para que se caguen los boludos!

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